Lo partidario ya interfiere con lo institucional (inevitable)

A alguno de los asesores de luxe del gobierno provincial se le fue la mano, y trató de necio y caprichoso al intendente de la capital neuquina, por una nimiedad. El efecto del duro texto se potenció porque se lo puso en boca del bloque de diputados del MPN, aunque no se reunió el grupo para considerar la cuestión.

La interna del MPN y la confrontación general que se prepara para el año próximo, con Omar Gutiérrez que quiere ser candidato a la reelección y Horacio Quiroga que aspira a ser gobernador una vez más desde la oposición al partido provincial, se metieron así de lleno en la “celebración” del Día de la Independencia. En lugar de estar todos juntos bajo la enseña de la patria liberada, estuvieron bien separados. Si se le suma que el Peronismo organizó su propia celebración, aparte, se tendrá una idea de cómo viene la política argentina en estos tiempos del siglo XXI.

El acto, pese a la balacera retórica, se hizo igual, pero las instituciones quedaron manchadas por la exacerbación de lo partidario. El Intendente y el Gobernador presidieron la recordación de aquella acta de declaración de independencia del 9 de julio de 1816, en Tucumán. Gestos adustos. Protocolo. Algo de inevitable hipocresía.

En el “otro” MPN, el que busca cómo enfrentarse al oficialismo, no cayó bien la jugada. Se piensa por allí que con el Intendente hay que competir en otro plano, con otros motivos, y que ese combate debe incluir la posición crítica hacia Mauricio Macri.