Algunas certezas en el largo conflicto y negociación Gobierno-ATEN

26 mayo, 2018
Algunas certezas en el largo conflicto y negociación Gobierno-ATEN
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Una larga pulseada protagonizan, ya al borde del abismo, el gobierno neuquino y el gremio docente ATEN. Es posible que llegue a su fin, sobre la base de la aceptación de la actualización salarial por el índice combinado de inflación de tres provincias. Pero la herida seguirá, pase lo que pase, abierta. Y la educación en la provincia, esa cosa concreta, que no admite negociaciones ni simulaciones para la tribuna, se ubique en el peldaño más bajo de la escala evolutiva desde el nacimiento mismo de la provincia como tal.

Nadie sabe por qué, pero los ministros Cristina Storioni, Mariano Gaido y Juan Pablo Prezzoli (con asistencia telefónica del gobernador Omar Gutiérrez, que no estaba en la provincia desde el jueves y retornó en la tardecita de este sábado), se sentaron a la mesa, todo este tiempo, incluida la mediación judicial, con dos gremios en vez de uno: por un lado, la conducción provincial de ATEN, que encabeza Marcelo Guagliardo; por el otro, la conducción capitalina, que lidera la diputada provincial Angélica Lagunas.

Si se pretende la objetividad plena, admitir una negociación con dos partes bajo la aceptación de que el gremio tiene dos opiniones y las dos deben estar, o es una concesión gubernamental bajo la premisa irrestricta de admitir la diversidad; o es una burrada en la que cayeron todos, desde el Gobernador hasta el fiscal general, José Gerez, quien convocó a Marcelo Guagliardo, no a Angélica Lagunas ni a ningún otro representante sindical de los docentes.

Al final, hay tanta gente sentada a la mesa negociadora, que parece más una asamblea que una negociación entre partes. Cada vez que terminó una reunión de las muchas que hasta ahora se hicieron, el gobierno salió con la misma letanía: no podemos llegar a un acuerdo porque la interna de ATEN lo impide.

Esta descripción incluye el detalle de que si fuera por Guagliardo, ya estaría aceptada la actualización salarial por inflación, con “x” proyección para el año en cuanto a la duración del acuerdo; pero que Lagunas no admite ese acuerdo en esos términos, sino que también plantea que debe haber sí o sí una recomposición del básico, de por lo menos 12 por ciento en el año.

¿Qué se ha constatado en este fin de semana intenso, comenzado en pleno feriado del Día de la Patria, y sostenido durante sábado y domingo?

Por un lado, la plena evidencia de que el gobierno no aflojará un incremento salarial por fuera de la actualización por inflación, porque esa es la base del acuerdo con el resto de los sindicatos estatales, ATE, UPCN y Viales, que por otra parte ha sido refrendado durante la semana que pasó.

Por otro, también la evidencia de que el gremio ATEN está quebrado entre la conducción de Guagliardo y la de Lagunas. No es solo un tema entre la conducción provincial y la capitalina, sino una confrontación en pleno conflicto que alcanza a todos los distritos en mayor o menor medida, y que, políticamente, traza una línea divisoria entre el peronismo-kirchnerismo, a esta altura el sector más moderado; y el sector que se referencia en el Frente de Izquierda, que abarca la rica franja histórica y contemporánea integrada por el trotskismo, el comunismo ortododoxo, el maoísta, y otras variantes socialistas a esta altura ya inclasificables.

Finalmente, hay otra evidencia, menos ubicable en algo concreto, que es la evidencia del hastío frente a un largo problema sin solución que afecta directamente a la comunidad. Esta evidencia, que remite directamente al efecto social de un conflicto en un servicio que presta el Estado, es la que más se siente y la que más preocupa, no solo al gobierno, sino también al gremio, con excepción, tal vez, de Lagunas y sus seguidores, que creen firmemente en que cuando más se agrava un conflicto, mejor es para los trabajadores, porque más posibilidades de ganar beneficios tienen.

Lo cierto es que el conflicto docente obliga a todos a rendir examen. El gobierno, rinde la materia a dos puntas: por un lado, frente a la sociedad en lo que hace a su gestión concreta; por el otro, frente a la interna del MPN, que cruje con aviesas intenciones hacia el oficialismo cada vez que se muestra atrancado o lento en las resoluciones. Así lo vio el propio Gobierno cuando el vicegobernador, Rolando Figueroa, pronunció un discurso con apología del diálogo en el Día de la Patria, en una escuela cercana a Chos Malal. Y lo ve también en el campo de la oposición externa, convencido de que el intendente capitalino y jefe de Cambiemos en Neuquén, Horacio Quiroga, es quien financia y fogonea a los "padres autoconvocados" y otras agrupaciones "paternales" que se han formado en la larga continuidad del conflicto. Por eso, dicen, Gutiérrez no estuvo en el acto del 25 de Mayo en la capital neuquina.

El gremio no las tiene fácil tampoco. Puede salir del laberinto lastimado irremediablemente en su asambleísmo pertinaz, víctima de una democracia sólo aparente, pues depende de la cantidad de adherentes que meta uno u otro de los sectores, y que sólo confirma que ATEN tiene muchos militantes, no mucha representación efectiva de los docentes neuquinos.

Al fin, sólo importará la educación que quede. Guagliardo, Lagunas, los funcionarios, todos pasarán y serán olvidados, como lo han sido otros, antes que ellos.

La historia no se hace con mitos fabricados a los apurones, sino con la fuerza del trabajo y el sudor colectivo de las sociedades.

Rubén Boggi

 

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