No hay, ni habrá en lo inmediato, solución para las escuelas

25 abril, 2018
No hay, ni habrá en lo inmediato, solución para las escuelas
guagliardo y compañia
guagliardo y compañia

El gremio docente votó otro paro de cinco días, con una mayor actividad callejera. El gobierno “instó a la reflexión” al gremio. Desde Cambiemos, afirman que entre el gobierno y el gremio deben impedir la “tragedia” educativa, aunque no dicen cómo. De dos meses de clases, habrá uno, eso es concreto. No hay solución para las escuelas, aunque haya, más tarde o más temprano, para el conflicto.

El descalabro educativo permanecerá, tal vez por una década más. Otra década perdida. Porque es tan grande ese descalabro, tan enraizado en una concepción del Estado que envejeció de golpe y agoniza, que no se podrá arreglar rápido. Demandará primero el sufrimiento de atravesar generaciones estropeadas.

Es tan grande el drama, que nadie se atreve a decirlo con todas las letras. Humildemente, asumo ese desafío, a riesgo que me tilden de loco irremediable: las escuelas no tienen solución, por ahora. Así como la última dictadura militar arrasó con al menos una generación, entre muertos, desaparecidos y afectados, esta democracia que se pierde en banalidades e insatisfacciones hará lo mismo, con otro método: el del vaciamiento educativo.

Con todo, no es una tragedia educativa la que sufrimos. En las tragedias, alguien muere y deja una enseñanza. Aquí nadie enseña nada. Todos se encaminan alegremente hacia la árida pradera de la ignorancia. Los maestros, con cada vez menos preparación, flacos de conocimientos; los alumnos, condenados al rito del guardapolvo y el pizarrón sin contenidos. Los padres de los alumnos, debatiéndose entre la resignación y la impotencia. Una burocracia gigante e improductiva cubre todo el escenario, con la negra manta de una noche que se avizora cercana.

El futuro nos alcanzó antes de tiempo. ¿Cómo sintonizar la impudicia avasallante de los dólares en Vaca Muerta, con las escuelas famélicas y desnutridas?

Es hora de asumir el fracaso, y de dar el primer paso para salir del fondo del pozo. Porque ahí estamos.

No disimulemos más.

Rubén Boggi

 

 

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