Neuquén recibió la llave para abrir a todos la ex U9

El gobierno neuquino ya tiene la propiedad, por canje con las tierras y edificios de la cárcel de Senillosa, del predio donde funcionó, hasta hace solo días, la Unidad 9, prisión federal de máxima seguridad, que, de estar desolada en una estepa, pasó a ser parte del casco céntrico, por imperio del implacable crecimiento neuquino.

El gobernador Omar Gutiérrez recibió la llave, no tan simbólica, de parte del ministro de Justicia, Omar Garavano. Ambos se tiraron con flores en el discurso. Y el Gobernador hasta se permitió agradecer las gestiones del jefe de Cambiemos e intendente capitalino, Horacio Quiroga.

No se cierra así ninguna historia, mucho menos política, sino que por el contrario se abre. Hay que concretar algo ahora en este predio de poco más de nueve hectáreas. Abrir calles, como se había dicho, pero no se hizo todavía, y definir el aprovechamiento urbano, lo que incluirá necesariamente un acuerdo entre tres niveles del Estado: el nacional, el provincial y el municipal.

Es una gran oportunidad urbanística, y también el motivo de una interesante puja entre intereses económicos y políticos.