El caso del niño muerto y una Justicia que sucumbía a la tentación

28 febrero, 2018
El caso del niño muerto y una Justicia que sucumbía a la tentación
justicia
justicia

Un tribunal neuquino rechazó una condena por acuerdo entre querella y fiscalía, en un caso tremendo: la muerte de un niño de cuatro meses, provocada -aún en circunstancias que resta esclarecer, evidentemente- por su propio padre.

El hecho ocurrido en Neuquén motivó la decisión del tribunal integrado por Daniel Varessio, Ana Malvido y Martín Marcovesky. El acuerdo proponía condenar hasta un máximo de 5 años por homicidio culposo, aunque inicialmente se había propuesto homicidio preterintencional, que tiene una pena mayor: de 10 a 25 años.

Los jueces entendieron que lo que el Estado debe hacer en estas circunstancias es determinar la verdad, y aplicar justicia en función de esa determinación, y que el interés que se representa es, antes que nada, el de la víctima. En este caso, el bebé de cuatro meses que murió, según parece, por un síndrome conocido como “del niño sacudido”. En concreto, el padre lo habría sacudido tan violentamente, que le produjo la muerte.

La decisión judicial es extraordinariamente importante y reveladora, porque ataca una tentación permanente de la Justicia como institución en estos tiempos, que es abreviar el tiempo de los juicios. Los acuerdos tienen generalmente que ver con estas cosas, pero siempre y cuando no vulneren los derechos más importantes. En este caso, se ha tenido en cuenta la defensa del derecho del niño a su propia vida como elemento sustancial e ineludible, al que ningún acuerdo, por más consenso que tenga, podría vulnerar.

Así, el tribunal dispuso que “el Ministerio Público Fiscal prosiga con el procedimiento ordinario". Es decir, que se rechace el acuerdo propuesto que sustituía el homicidio preterintencional por el culposo.

 

 

Te puede interesar
Últimas noticias