Ajustes e inversiones, en la trinchera abierta entre MPN y Cambiemos

13 enero, 2018
Ajustes e inversiones, en la trinchera abierta entre MPN y Cambiemos
schlereth-mazquen-wisky-macri-lopez
schlereth-mazquen-wisky-macri-lopez

En la ya inaugurada pelea permanente que habrá entre MPN y Cambiemos hasta las elecciones del 2019, la puja enfática es por lo que se hace en la gestión –la provincial y la capitalina- y en cómo se diferencian los modelos de Estado. En el caso de Omar Gutiérrez, mostrando ahora gestos de ahorro en el gasto público, aunque el fuerte se espera esté en las inversiones que pueda concretar; en el caso de Horacio Quiroga, profundizando en el camino de obras públicas, ahora con un explícito respaldo del gobierno de Mauricio Macri.

En lo demás, todo es una sucesión de chicanas más o menos insustanciales. En la semana, Gutiérrez tuvo que explicar por qué había mencionado que Marcelo Bermúdez sería el candidato a intendente de Cambiemos. Quiroga aprovechó para deslizar una picardía inmediata, al afirmar que él no haría nunca una cosa así, como decir, por ejemplo, que el candidato a gobernador del MPN será Rolando Figueroa. Una obra de arte chicaneril, pero en definitiva, que queda solo para el campo de los entendidos. Lo de la gestión, en cambio, es más sustancial, y realmente importante, porque algo va sembrando en el camino, ese camino afanoso y absorbente que es el de ganar o perder elecciones.

Mauricio Macri, mientras tanto, es evidente que espera ganar Neuquén al tiempo que una renovación del período presidencial en 2019. En los últimos días de su plácido descanso en el country Cumelén de Villa la Angostura, recibió a los diputados nacionales de su sector, los rionegrinos y los neuquinos. Estuvieron con el Presidente Lorena Matzen y Sergio Wisky, por Río Negro, y Leandro López con David Schlereth, por Neuquén. El asunto fue muy compartido y comentado en las redes sociales, con las fotos del caso. Esa repercusión indica, por sí sola, un interesante posicionamiento político de Cambiemos. El sector está empeñado en seguir poniendo ladrillos sobre la base del resultado de las últimas elecciones. La presión, en particular sobre el MPN, será incesante. Sobre todo cargando sobre los aspectos y resultados económicos de la gestión de Gutiérrez.

El MPN sabe esto. La usina de ideas imaginadas para calmar la ansiedad de ahorro estatal de Macri, y al mismo tiempo no cambiar el clásico perfil distribucionista partidario, pergeñó lo del congelamiento de salarios para la planta política. Se proyectó la inflación y se calculó así un ahorro de 210 millones de pesos en el año. La planta política es numerosa, y además, demandante. La medida tuvo repercusión negativa hacia adentro, y no produjo gran cosa hacia afuera. Pero es parte de los ajustes que el MPN se puede permitir hacer, como ya había recortado las partidas que envía todos los meses para socorrer municipios con déficit operativo crónico. Gutiérrez cosecha así lamentos y enojos en el mundillo estatal emepenista, pero no toca los grandes intereses, y apuesta a la posibilidad de cargar gasto recién a partir del segundo semestre.

Más importante es lo que prepara Gutiérrez con vistas a la concreción de inversiones privadas, para conseguir mover lo que hasta ahora poco se ha movido, es decir, la economía concreta de la provincia. Esta jugada es la que concretó con la renovación del Gabinete, del que sacó a su pieza más importante en ese rubro, José Brillo, para ponerlo en un cargo extra-gabinete y a la vez con mayor autonomía y capacidad de maniobra, la Agencia de Desarrollo de Inversiones (ADI). Esta agencia abarcará todas las inversiones privadas posibles para planes que el Estado ya tiene en carpeta con forma de proyectos ejecutivos, desarrollados y preparados a la espera del capital que los haga realidad. Están allí los proyectos de riego, de aeropuertos, de represas, un sinfín de posibilidades que necesitaban de gestión concreta sin las incomodidades burocráticas. Brillo es la jugada de Gutiérrez que –paradójicamente- menos brilla en la vitrina, pero sobre la que hay cargadas más expectativas. Será en concreto la fase dos del plan: todo lo que se diseñó en producción y turismo, ahora buscará concretarse. El ingeniero ex ministro ya se instaló en la ADI, con todo su equipo y algo más, y prometió intensidad, actividad constante, abundantes viajes, y respeto por todos y cada uno de quienes se desempeñaban allí tanto como con los que recién empiezan.

Así como el MPN sabe qué mataduras le cuenta el presidente Macri, pensando en aprovechar debilidades y también fortalezas, Quiroga sabe lo que el MPN apunta sobre sus propios flancos más frágiles. Por eso procura anticipar jugadas, como hizo con la futura sede nueva de YPF, que se espera levantar en tierras que ahora son del Ejército, allí en la zona del híper de Jumbo. Esa jugada de anticipación, con Dietrich y otros funcionarios nacionales, implicó ganar un enojo del propio gobernador Gutiérrez, quien hasta llegó a quejarse a YPF, exigiendo que alguien de la compañía saliera a decir o hacer algo. También se le hizo saber al gobierno nacional que ese jueguito de mover con intendentes propios lo que correspondería primero al gobernador, no es ni será del agrado emepenista, y puede ocasionar alguna vendetta.

En este juego de péndulo, en el que un día le toca a uno y el otro al otro, tanto dar como recibir alegrías o tristezas, es posible que la provincia se beneficie con algunos logros concretos, surgidos de la propia competencia. A la gente no le importará, en definitiva, quién los haya conseguido, aunque la política podrá reivindicar algo de su sentido más profundo, que es y seguirá siendo, la transformación de realidades para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Rubén Boggi

 

 

 

 

Te puede interesar
Últimas noticias