Sigue el clima bélico en Neuquén, con pronóstico reservado

14 diciembre, 2017
Sigue el clima bélico en Neuquén, con pronóstico reservado
ate-violencia
ate-violencia

El día después a la gran batalla estatal, mostró otro episodio violento. De menor magnitud, pero también con piedrazos, gases, balas de goma. La única novedad es que apareció en medio del lío, un pintoresco mediador de la fiscalía, como buscando una primera salida a tanta repetición violenta.

Atravesada la jornada además por la discusión en el Congreso Nacional de la reforma jubilatoria, cuestión que se sumó al reclamo estatal y social neuquino, fue la mañana muy complicada. Con los dos puentes de la ruta 22 a Cipolletti cortados por la agrupación Darío Santillán, los manifestantes de ATE volvieron a concentrarse alrededor de Casa de Gobierno, y cerca del mediodía se disparó un nuevo enfrentamiento con las fuerzas policiales.

[caption id="attachment_54834" align="aligncenter" width="500"] El mediador de la fiscalía con Quintriqueo y Marillán.[/caption]

Esta vez, todavía no había terminado la violencia (hubo dos manifestantes de ATE heridos por balazos con postas de goma), cuando el gobierno de Omar Gutiérrez salió a repudiar lo que estaba ocurriendo, esta vez ampliando especialmente su retórica al daño que reciben ciudadanos en general, además de los empleados del Estado que trabajan en Casa de Gobierno.

Esta vez se agregaron a los elementos bélicos las famosas “bolitas de Zanon”, unas apreciables y contundentes bolas de cerámicas que se arrojan con hondas y pueden ser letales. Se repitieron las escenas violentas, con corridas, daños materiales y físicos en personas. El mediador que llegó al epicentro de la protesta, Cristian Nordestal, director provincial de Mediación del Ministerio Publico Fiscal, ataviado con una llamativa boina paisana, dialogó con Carlos Quintriqueo y con la cúpula policial presente en el comando operativo de la represión.

El titular de ATE solo prometió que si seguían las balas, seguirían las piedras. Reiteró que no pretendían tomar la Casa de Gobierno, sino solo manifestar su protesta. Nada se dice, obviamente, de las piedras que se cargan en mochilas para abastecer a los tiradores, ni de las bolas de cerámicas que vinieron a reforzar el armamento utilizado.

En el horizonte cercano, no aparece una solución, que debería llegar desde la política. Por ahora, son amenazas y acciones concretas sobre esas amenazas, que se entrecruzan la administración del Estado y el gremio ATE.

 

Te puede interesar
Últimas noticias