El año cierra con preocupante descalabro estatal

1 diciembre, 2017
El año cierra con preocupante descalabro estatal
marcha estatal
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El cierre de noviembre fue a toda orquesta. Una orquesta desafinada, que traspira violencia e ineptitud para conciliar posiciones en el descalabrado mundo del Estado neuquino. Los hospitales llegaron con lo justo a la tregua inevitable del fin de semana. Sucios, mal provistos, respirando gases lacrimógenos y el humo de la última batalla.

Habló poco el gobernador Omar Gutiérrez, intentando ser firme. Dijo que “se han instruido los sumarios” para tomar “las medidas más severas” que establece el estatuto del empleado público, esa joya del proteccionismo del Estado hacia sí mismo. ¿Se animará el gobierno a exonerar a algún empleado? Depende, en buena medida, de cómo actúe la Justicia, en este caso, el fiscal Pablo Vignaroli.

El funcionario judicial es el que está a cargo de la investigación de lo sucedido el jueves en la batalla ATE-Gobierno. Este viernes habló también, y dijo que la semana próxima se tendrá en claro ya si hay que imputar a alguien y quién sería. Se revisarán videos, se cotejarán pruebas, se atenderá a lo que se dijo y lo que no.

El fiscal podrá imputar, siempre que se compruebe que se ha individualizado a personas concretas en actos ilícitos concretos. De allí, el sumario administrativo podría devenir en cesantía o exoneración. Por el medio, vuelve a correr la política, que es la que tiene que solucionar la crisis.

La primera parada en ese sentido la copó el intendente y presidente de Cambiemos, Horacio Quiroga. Fue previsiblemente duro con los sindicalistas (es conocida su posición) pero también con el gobierno provincial, por haber “tolerado” un montón de cosas que a su juicio no debería haber tolerado. La postura de Cambiemos es cómoda y procurará sacar ventaja del galimatías que tiene por delante el MPN.

ATE y la CTA, mientras tanto, se limitaron a reforzar posiciones. Hicieron su marcha de repudio a “la feroz represión”, que es ya a esta altura una frase hecha más, casi igual a la de “convocatoria al diálogo”. Frases gastadas por el mal uso, vacías de contenido. Es algo con lo que tendrá que lidiar la política en esta época.

Los directores de los hospitales, en el caso del Castro Rendón, y del Heller, describieron un panorama que asusta.

¿Es nuevo esto? No. Pero pocas veces antes la rebeldía había sido abonada por el no pago a empresas privadas contratadas por el Estado para los servicios de limpieza.

Adrián Lammel, el director del Castro Rendón, y ex candidato a diputado nacional por el MPN, hizo una “revelación” sorprendente. Dice que ATE pretende fiscalizar cada contrato que se firma con esas empresas.

Es una prueba más del co-gobierno que negocia el sindicalismo estatal todo el tiempo. Que avanza inexorable. A la par de los remiendos de coyuntura, y de un enorme gasto público que se acumula con la misma facilidad con la que se deterioran los servicios.

Rubén Boggi

 

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