No se investiga si existe o no la RAM, sino si se ha violado o no la Ley

30 noviembre, 2017
No se investiga si existe o no la RAM, sino si se ha violado o no la Ley
jorge Nahuel
jorge Nahuel

La Confederación Mapuche, a través de su vocero, Jorge Nahuel, a dicho este jueves 30 que la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) no solo no existe, sino que es una invención de los servicios de inteligencia (se supone que del Estado). Y ha denunciado, acompañado por sus compañeros y abogados, una campaña contra el pueblo mapuche.

La postura no es nueva, y por ende, no sorprende. Parte de la negación total de algo que es afirmado por otros. En términos concretos, redefine la realidad. Desde la contundencia del lenguaje, instala en la cosmovisión, o la ideología, un tema que está presente de otra manera, relacionado a hechos concretos, en los edificios judiciales argentinos.

Los fiscales, y los jueces, en realidad no están preocupados por la existencia real o ficticia de la RAM. Se supone que están, en cambio, ocupados en esclarecer hechos, en los que interesa determinar si se ha violado la ley, y quiénes han sido responsables de esa presunta violación a las normas de convivencia.

Puede interpretarse, en este sentido, que la existencia o inexistencia de la RAM le interesa más a la política que a la Justicia, tomando a esta desde el punto de vista estrictamente técnico, aunque esto también sea sospechado y puesto en duda.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por ejemplo, asegura la existencia de la RAM, e incluso la relaciona con hechos ocurridos hace años. Pero, a decir verdad, la Justicia no esclarecerá con sus investigaciones este punto, sino “solamente” la existencia o no de delitos concretos. Entre los que está, también, como investigación necesaria, el hecho que produjo la muerte de Rafael Nahuel, en Villa Mascardi.

Es importante destacar que Nahuel, y quienes por él son representados, ha negado no solo la existencia de la RAM, sino también cualquier vinculación de la Confederación Mapuche con hechos de violencia reñidos con las leyes vigentes. Pero no será él, ni la Confederación, quien determine si esto es y ha sido así.

Deberá ser la Justicia, ante cuyos tribunales también acuden los mapuches, cuando ven afectados sus intereses.

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