Sorprendente amonestación del EPAS al gobierno de Quiroga

Un sorprendente hecho político fue protagonizado por el gobierno provincial y el municipal este miércoles, en el contexto de la inacabable historia de regularización de la prestación del servicio de agua y saneamiento que presta la estatal EPAS en la capital neuquina.

Se registró una pérdida de agua frente mismo a la sede del municipio capitalino, donde está instalado el monumento al general San Martín, que, desde la última remodelación, tiene una fuente de agua adosada para proteger los muros de la base de las acciones vandálicas y los grafitis políticos.

A los pocos minutos, el EPAS desplegó un gran operativo, comandado por su propio titular, Mauro Millán. El funcionario denunció que se había encontrado una conexión “clandestina” desde la fuente hasta la boca de registro de las cloacas, de la que responsabilizó directamente al gobierno de Horacio Quiroga.

“La fuente debería estar conectada a los desagües pluviales, no a las cloacas”, indicó Millán. No se quedó en eso, sino que abundó en consideraciones sobre el prejuicio que ocasionan una aparente gran cantidad de conexiones indebidamente hechas a la red cloacal, en edificios cuya construcción ha sido autorizada en su momento por la Municipalidad capitalina.

El secretario de Obras Públicas del Municipio, Guillermo Monzani, se refirió al tema al ser consultado después, y minimizó el caso, al sostener que debía ser un caño puesto en su momento para cubrir alguna emergencia, pues la fuente del monumento se vacía solamente “tres veces al año” y para eso se utiliza un camión, pues esa agua después se destina “al riego”.

“Deberían ir a ver una pérdida que vuelve a haber en la calle Alderete, donde acabamos de renovar el asfalto”, indicó Monzani, en alusión al despliegue montado por el EPAS en plena avenida Argentina.

Se renovó así, de improviso, la polémica interminable, que produce hechos muy singulares. Por ejemplo, que el titular de una empresa estatal de servicios amoneste al gobierno del Municipio por hacer presuntamente mal las cosas, en un rubro que le compete directamente a esa empresa.