Se fue, se llevó las hijas, y ahora las tiene que devolver

En un fallo que se resolvió por mayoría, la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de Neuquén ordenó el regreso a la capital neuquina, de dos niñas a las que su madre llevó a vivir a Berisso, incumpliendo el compromiso que había asumido ante la Justicia.

En efecto. Al confirmar lo que había dispuesto el Juzgado de Familia N 3 de Neuquén, el Tribunal de Alzada dispuso que las niñas regresen “el primer día hábil” del receso escolar de invierno de la provincia de Buenos Aires. Y que, una vez aquí, convivan “con la madre si es que ella decide también mudarse a esta ciudad”.

Si la mujer no vuelve, las niñas deberán convivir con el padre hasta que se resuelva el régimen de cuidados personales y de comunicación con los padres que, obviamente, están separados.

Cabe consignar que las niñas tienen ocho y diez años. Y que Berisso es una ciudad ribereña que limita con La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.

Allá, a unos 1.200 kilómetros de Neuquén, viven con la mamá en la casa de la abuela materna que -según consta en una de las declaraciones de esta causa judicial que acaba de conocerse- padece Alzheimer. Se fueron de vacaciones en febrero de 2016 y jamás regresaron.

La Cámara resolvió con los votos de los jueces Patricia Clerici y Federico Gigena Basombrio; mientras que el juez  Marcelo Juan Medori votó en disidencia.

Clérici destacó que las niñas han nacido en Neuquén y es aquí donde han vivido hasta que su madre decidió, unilateralmente, su traslado a pesar de que existía un acuerdo de partes. En el mismo consta que la mujer asumió el compromiso de no mudar el domicilio de las niñas, sin previa coordinación con su ex marido.

Consideró, la jueza, que la conducta de la madre se encuentra reñida con la buena fe; y que no hay elementos que acrediten que las niñas sufrieran algún riesgo, aquí, en la ciudad de Neuquén.

“Comprendo que la madre pueda tener problemas para asistir económicamente a sus hijas en la proporción a su cargo; y conozco las dificultades para la locación de inmuebles en la ciudad de Neuquén, pero surge del expediente que (...) el progenitor ha colaborado en la manutención de las niñas, asumiendo, incluso, el pago del alquiler de la vivienda donde ellas vivían con la mamá”.

Indicó, además, que los dichos de las niñas ante el juzgado de primera instancia, si bien satisface su derecho a ser oídas; y, en principio, manifestaron estar conformes con su nuevo lugar de residencia; aparecen, en otros aspectos, influenciados por personas mayores de edad.

“En definitiva, no se puede agregar al trauma de la separación de los padres, el alejamiento de su lugar de residencia habitual y centro de vida, con debilitamiento de la comunicación con su progenitor y contra la voluntad de éste”, dijo la magistrada.

Para el regreso de las niñas, el padre deberá acreditar que cuentan con lugar en un establecimiento escolar de esta ciudad.

Fuentes judiciales aseguraron que, en sus declaraciones, la mujer dijo que el padre nunca abonaba en tiempo y forma la cuota alimentaria; y que eso hacía que deambularan de hogar en hogar por no poder pagar los alquileres en tiempo y forma.

Mientras que el padre dijo que abonaba una cuota alimentaria, la obra social (Instituto), tratamientos de ortodoncia, la reinscripción anual de la escuela, etc.; y que el problema central de larga data es que su ex pareja no quiere o no le gusta trabajar. Según las mismas fuentes, el hombre consideró que,  motivada en su deseo personal, optó por mudarse a Berisso sin pensar en el interés superior de las hijas que tienen en común.