Muerte en medio de un operativo con intenciones político-sociales
Un integrante de la cooperativa que conduce Heriberto Chureo, encargada del operativo para “embellecer” barrios pintando edificios, que trabajaba en un sector del barrio Mudon, resultó muerto después de –según las primeras especulaciones- recibir una descarga eléctrica, aunque después se habló de una "descompensación".
El pintor, un joven de 21 años de apellido Bravo, murió mientras pintaba la pared de un monoblock, encima de un andamio metálico, a poca distancia de una línea de media tensión.
Bravo murió en el momento, y su cuerpo quedó colgado del andamio, con el rodillo utilizado para pintar, sujeto a un caño metálico, al lado. Fue un momento de fuerte dramatismo, y nadie pudo hacer nada para auxiliarlo.
El caso repercutió fuerte en el ambiente político, porque remite a las relaciones político-sociales del gobierno del MPN. El diseño de estos operativos barriales está inscripto en las acciones políticas de rutina que el partido provincial aplica en el distrito que más le interesa, políticamente, este año.
Al lugar llegó rápidamente la policía, los bomberos, y un equipo del SIEN. Pese a algunos intentos por modificar la disposición de los elementos en el lugar, se mantuvo la escena de la tragedia sin tocar nada hasta que comenzaron los peritajes, que permitirán establecer, junto con la autopsia que se le practicaría al cuerpo de la víctima, qué fue lo que sucedió.
Una historia triste, dramática, que tal vez hubiera podido evitarse.
